Máscara o "careta" de carnaval D.I.Y.

Asociamos Carnaval, Halloween, Navidad, Reyes Magos, o cualquier otra fiesta popular con un mercado asociado: caretas, luces, máscaras, además de toda la oferta gastronómica. Es una gran oportunidad esperada año a año por multitud de personas que ven en ello una zafra y oportunidad y/o complemento para sus ingresos.

Cosas que antes se hacían en casa, desde preparar una pizza o una torta de fiambre para ir al tablado, acompañado de un par de botellas con agua de la canilla, otra con un agujero en la tapa para usar de "pomo", una bolsa con papel "de diario" (aquellos que estaban impresos en papel) previamente picado a mano, y hasta una máscara o "careta" más o menos cuidadosamente elaborada a mano. Esta última podía variar, desde un simple cartón pintado, hasta una elaboración en 3D antes de que éste término comenzara a utilizarse. Ninguna impresora en tercera dimensión, el efecto se lograba pegando capa tras capa de "engrudo" (una mezcla más o menos elaborada de harina sin tener en cuenta la cantidad de ceros, ya que no existían, y agua, con algún otro elemento conservante opcional). Las máscaras 3D de antaño eran un pequeño y valiente intento casero por competir con su contraparte en tamaño natural que era parte del "corso" (desfile de barrio), los temidos "cabezudos". Tales figuras emblemáticas de los carnavales uruguayos de otros tiempos provocaban pesadillas en los más miedosos, y desafiaban a los más temerarios, quienes tomarían venganza, posiblemente por sustos de años anteriores, mejorando su puntería con el pomo o, posteriormente, con los ahora casi prohibidos aerosoles de espuma dentro de los orificios oculares de los monstruos.

Pero si es que hay un corso barrial de esos en que los niños pueden entrar al "ruedo", a la calle por la que desfilan las agrupaciones, como sucedía con los desfiles oficiales por 18 de Julio e Isla de Flores hace treinta años, ya no es tan esperado con días, semanas o meses de anticipación salvo que hayamos visto el evento en Facebook. Escuchamos ruido y vamos a ver qué hay. Como no teníamos previsto ir, compramos alguna cosa ahí, algo para comer, tomar, y también algo para que jueguen los niños, quienes se han convertido en especialistas en esto de pedir mientras que nosotros, los padres, nos hemos convertido en especialistas en esto de no saber decir que no.

Sin ánimo de perjudicar la venta de ninguna cosa en la vía pública, no está mal pensar en que las cosas se pueden hacer de forma un tanto diferente. Hablar con los niños sobre las festividades es parte de su aprendizaje cultural tanto como su ubicación en el tiempo-espacio. Van tomando conciencia de en qué época del año están, asociar climas, olores y sabores con las diferentes épocas y etapas de cada año. Sentir olor a jazmines es sinónimo de que se acercan épocas estivales, verano, playa, lugares que sentimos especiales. Inconscientemente vamos percibiendo el paso de ese tiempo, y poco después sabemos que empieza otra etapa, que puede ser la de carnaval, y vivir también esa etapa. Todo colabora para darle un toque especial a cada momento y que no sea cada día igual que el anterior.

En algún momento de la infancia de cualquier persona, es inevitable un poquito de melancolía porque queda menos para que recomiencen etapas escolares pero, si no viésemos esas etapas pasar por turnos desde chicos, el fin del verano nos sorprendería de improviso, de un día para el otro, y aún creyendo que será otro día de playa, nos llegaría la sorpresa de que hay que ir a la escuela.

En verano podemos compartir actividades con los niños en la medida en que nos sea posible. Si estamos con ellos/as, en lugar de que miren pantalla todo el día, y sin llegar al extremo de decirles "bueno, hay que repasar para la escuela", lo que sería un tanto arbitrario y antinatural, a contraritmo al menos, podemos proponer hacer algo juntos. "Bueno, niñas, niños, ya miramos bastantes dibujitos hoy, ¿qué les parece si hacemos una máscara para ir al carnaval?"

En la actualidad, el denominado "DIY" (pronunciado /dí ái uái/, siglas en inglés para "Házlo Tú Mismo/a") cuenta con cada vez más entusiastas. Es increíble la cantidad de videos que hay en YouTube al respecto, muchas veces con esa etiqueta, o como "life hacks" (que vendría a ser algo así como "soluciones cotidianas", pero que en realidad no es otra cosa que nuestro viejo y querido "lo atamos con alambre"... lo que pasa es que ahora recién parecen estar "avivándose" en otros lugares del mundo, acá siempre lo hicimos y, es sólo mi opinión personal, me da la "leve" impresión de que estamos quedándonos un poquito atrás en ese tema).

Bueno, ¿qué más? No hace falta que especifique demasiado pero, bueno, ya que estamos quedándonos atrás en esto de improvisar, y está tan de moda explicar todo al extremo de subestimar, aqui vamos...


CÓMO HACER UNA "CARETA" O MÁSCARA DE CARNAVAL

1. Tomamos un cartón viejo, que puede ser una caja a la que previamente desarmamos con mucho cuidado de no cortarnos. Niños, por favor utilicen tijeras de seguridad bajo la supervisión de un adulto, y adultos, por favor utilicen la trincheta (que antes ya usábamos en el liceo) una hoja a la vez, y siempre con el seguro puesto, ésto es, deslizar la tranquita hacia abajo para que la hoja no se deslice más de lo deseado.
2. Cortamos tantas porciones de cartón como permita el tamaño total del cartón disponible.
3. Dibujamos en cada trozo de cartón la forma de la cara de nuestro personaje favorito. También es posible imprimirla y pegarla en el cartón, por supuesto, pero pintar no hace daño, ¡los colores o marcadores no muerden!
4. Cortamos con extremo cuidado los bordes de la máscara.
5. Pintamos y/o decoramos la máscara (padre, madre, los niños no sólo pueden, ¡sino que deberían poder hacer esta parte!)
   
6. Para los ojos y nariz, cortaremos CON EXTREMO CUIDADO Y SUPERVISIÓN DE UN ADULTO los agujeros.
7. A ambos lados de la careta haremos unos pequeños orificios (con extremo cuidado y todo eso que ha dijimos antes...) para atar el elástico.
8. Atamos un trozo de elástico o, en su defecto, una tira de goma hecha cámara de bicicleta que habremos cortado, también, con extremo cuidado.
9. ¡Ya está lista nuestra máscara de carnaval!